Hacía 84 días que la primera persona había armado una carpa en las afueras del Estadio Único de La Plata. Y de a poco, las carpas se fueron acumulando. Llegaron a ser más de 30 fans, que esperaban con entusiasmo la llegada de su artista favorito. Y de un momento a otro, cuatro días antes del día tan esperado, los shows de Justin Bieber en Argentina se cancelaron.
El artista venía de dar un concierto en Rock in Rio cuando, en la mañana del 6 de septiembre, Buenos Aires se levantó con la noticia de que habían comenzado a desarmar el escenario en el que el astro mundial debía presentarse. Sin ninguna confirmación, las redes sociales se llenaron de especulaciones sobre lo que podría pasar. Mientras tanto, las carpas afuera del estadio seguían firmes.
Fue recién hacia las dos de la tarde de ese día que el artista anunció, mediante un post de Instagram, la cancelación. En el mismo, explica que a principios de este año lo diagnosticaron con Síndrome de Ramsay- Hunt. Esta enfermedad causa que parte de la cara del paciente quede paralizada. Ante esta situación, el cantante ya había tenido que cancelar shows en Estados Unidos hace algunos meses. Luego de su recital en Río, explica, se sintió completamente agotado y decidió priorizar su salud antes que continuar con su tour.
Y a esa hora, a las dos de la tarde, llegaba la noticia al estadio. Fans desconsolados comenzaron a desarmar las carpas que habían mantenido durante tanto tiempo. Y es que la música, a veces, no trae sólo alegrías. Son cientos las personas que ya tenían su pasaje para viajar desde el interior del país, hospedaje en un hotel y su entrada para ver a Justin Bieber.
Livepass ya anunció desde su página, que la devolución del dinero por la compra de entradas se hará automáticamente, aunque queda ver el accionar de las aerolíneas y hoteles, que deberán ser cancelados tan cerca de la fecha. Desde este medio sólo esperamos que Justin Bieber pueda lograr una pronta recuperación, y pueda reprogramar su visita al país. Y dejamos una reflexión: Más allá de nuestras ganas y del sentido de apropiación del artista que nos ocupa como fans de la música, tenemos que entender que la salud siempre está primero. Y que a pesar de la desilusión que conlleva no poder verlo en vivo, los artistas son personas, y los tours, sobre todo de esta escala, son momentos de increíble presión y tensión para los cantantes y las bandas. En nuestra actualidad, donde cada vez más se visibilizan los problemas de salud mental y físicos que atraviesan aquellos que se dedican al entretenimiento, dejemos un poco de lado nuestro enojo, y entendamos que todos tenemos derecho a enfermarnos, a estar mal, y aunque duela mucho, a cancelar presentaciones.