Jugué muchos juegos a lo largo de mi vida. Desde una infancia de consolas diferentes, hasta una tesis sobre videojuegos, pasé por muchas etapas en mi vida, y siempre con un juego favorito al lado. Hoy en día, elijo el Stardew Valley, y acá les voy a explicar un poco por qué hay juegos que se consideran casi terapéuticos, y qué busca la gente que los juega.
El Stardew Valley es un juego publicado en 2016, con formato 8bit. Trata sobre cuidar y hacer crecer una granja, como muchos otros, pero tiene algo diferente. En este juego, las relaciones que estableces con tu ambiente, y con las personas del pueblo, son muy importantes. Se siente como una historia que no para de crecer, ya que te llena de estímulo todo el tiempo. Y aún, así, es uno de los juegos más relajantes que jugué en mi vida. La música, el ritmo, una dificultad no tan alta, y los diferentes misterios que van apareciendo son la fórmula indicada.
Es un juego que te lleva a una rutina en una granja, pero que, de ser necesario, también te arranca de ahí, haciéndote luchar contra diferentes monstruos en una mina de piedras preciosas. Maneja esa dicotomía de éxito/fracaso de manera que estamos siempre bien predispuestos, da grandes oportunidades para el éxito, y creo que eso es lo que lo hace relajante.
En 2017 investigué mucho sobre los videojuegos, revisando cómo la emoción es fuertemente afectada por los estímulos que recibimos. Y así como un juego de acción puede tensarnos, un juego como el Stardew Valley puedes calmarnos, e incluso motivarnos un poco.
Toda esta rama de juegos, como también lo es el Journey (2017) y el Unpacking (2021), se hicieron furor en los últimos años. Mucho de esto, creo, tiene que ver con el ritmo cada vez más frenético en el que vivimos. Siempre tenemos que ser productivos, estar listos para todo, ser felices, y seguir creciendo. Pero muchas veces, tal como corroboramos en estos últimos dos años y medio de pandemia, es imposible. Y esa frustración que puede surgir de esto provoca que nos sintamos inferiores. Estos juegos, que relajan, son sencillos, y tienen grandes niveles de estímulos positivos, son un oasis entre la frustración y la tensión que vivimos en nuestro día a día.
Así que sí. Hoy en día, elijo mucho estos juegos para mis momentos de ocio. Creo que me motivan en estos tiempos, y sí, en algún momento voy a volver a sufrir mientras muero una y otra vez en una batalla imposible. Pero hoy no es ese día.