El conflicto en las universidades nacionales se profundiza, y los gremios universitarios han anunciado un nuevo paro programado para el jueves 26 de septiembre. Docentes y no docentes reclaman una recomposición salarial, así como un aumento en las partidas presupuestarias destinadas al funcionamiento de las instituciones.
Este paro se suma a una serie de movilizaciones anteriores, como la histórica marcha del 23 de abril, en la que participaron docentes, estudiantes, no docentes y científicos para visibilizar las problemáticas que enfrenta la educación superior en el país. En esta ocasión, además del cese de actividades, se convoca a un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas el martes 24 de septiembre, como parte de las acciones para defender la universidad pública.
El principal reclamo radica en la actualización de los salarios de los trabajadores universitarios, que han sufrido una importante pérdida de poder adquisitivo en un contexto inflacionario crítico. Los gremios denuncian que los aumentos ofrecidos hasta ahora por el Gobierno no alcanzan a cubrir el índice de inflación, generando una brecha que afecta tanto a docentes como a personal administrativo.
Además, la reciente ley de financiamiento universitario, que había sido aprobada por el Congreso, fue vetada por el presidente, quien argumentó que el proyecto «atenta contra el equilibrio fiscal». Este veto ha generado aún más tensión en el sector, que considera la ley como una herramienta esencial para asegurar el correcto funcionamiento de las universidades y la dignidad salarial de sus trabajadores.
La situación promete escalar con nuevas medidas de protesta previstas para octubre, donde se espera una nueva movilización masiva en defensa de la universidad pública.