La luz lo recubre todo. Y luego desaparece completamente. Los sentidos se quedan anodadados, esperando la próxima explosión de color. La música cambia, y comenzás a imaginar lo que está por venir. Y entonces, todo vuelve. La luz, las imágenes, cubren donde sea. Piso, paredes, columnas, cada rincón se llena de arte.
De esto se trata Imagine Van Gogh, la muestra que está en este momento en La Rural, y lo estará hasta el 20 de junio. Es expermientar, con todos los sentidos, las obras de uno de los genios más grandes que tuvo el arte. ¿Y cómo lograron crear esta hazaña artística?
Todo comenzó en 1977, con el cineasta francés Albert Plécy. Él transformó una cantera subterránea en su Cathédrale d´Images (Catedral de imágenes), donde los visitantes quedaban inmersos en el medio de diferentes cuadros. Este proceso es conocido como Image Totale. Luego, en 2001, Annabelle Mauger se une al grupo de creativos de Image Totale, y es así como, en 2017, surge Imagine Van Gogh.
La experiencia es sobrecogedora. La muestra atraviesa la vida del artista, con más de 200 obras incluidas. Cada sección está curada con diferentes piezas de música clásica, que generan un ambiente cautivador, que logra el efecto indicado: No te querés ir de la muestra.
Pero hablemos un poco del artista en sí. Vincent Van Gogh nació el 30 de marzo de 1853, en Zundert, Países Bajos. Tuvo una vida corta y trágica, que terminaría a sus 37 años, Su carrera artística duró 10 años, entre los que pintó más de 800 óleos, creó más de 1600 dibujos, además de sus acuarelas. Es considerado, hoy en día, como uno de los grandes pintores de la historia, a pesar de que al momento de su muerte, sólo había logrado vender 3 de ellas. Su genio se conoció después, a través de diferentes muestras organizadas, y a través de la viuda de su hermano, muerto sólo 6 meses después que el propio Vincent.
Antes de visitar Imagine Van Gogh, sólo había visto una obra del artista en vivo, en toda mi vida. Se trata de Le Moulin de la Galette, exhibido en el Museo Nacional de Bellas Artes. El poder apreciar muchas de sus incontables obras, con el detalle presentado por la muestra de La Rural, es increíble. Las diferentes pantallas muestran la obra, y el trazo, y el color, de una manera que nunca había pensado ver. Y caminé hasta el cansancio, y me senté a ver toda la transición de obras otra vez, y volví a caminar. Salí de la muestra con unas ganas incontenibles de poder viajar. De ver esos paisajes que emocionaron al artista, que lo llevaron a pintar. De observar esas calles donde una vez caminó, aunque ni siquiera pueda imaginar las penurias que vivió en las mismas.
Van Gogh fue un artista de esos que no es fácil olvidar, una vez conocida su historia y obra. Y su sabiduría no se limitaba al arte, sino a las cartas que escribía. Así que los dejo, con una de sus frases conocidas, de hecho, la que más me gusta de él:
“Mientras más lo pienso, más me doy cuenta que no hay nada más artístico, que amar a otras personas.”